Anecdotario

Diamante, Entre Rios

Tal vez sería el año 1986-87 fui invitado a una feria artesanal en Diamante-Entre Rios, en algún momento se acercó a la mesa un un señor muy elegante, con digamos ropa de campo pero de buena calidad, es decir que no era un peón de campo, se detuvo a un metro de distancia, miró y preguntó: “¿son Tramontina?”, para no decirle una grosería preferí decirle: “no señor, son imitación de Tramontina”, a lo que respondió “Ah, si son imitación no me interesan”, dio media vuelta y se fue. El señor quería los auténticos Tramontina y lamenté decepcionarlo.

Expoarmas 2000

Un señor toma un cuchillo, agarra la hoja con las dos manos, tomando la hoja como si fuera un palo y le digo. “¿Qué hace?” me dice “estoy sintiendo la energía que me pasa y es mucha, por lo que veo que es un buen cuchillo”.

Aprendí otro método para evaluar la calidad de un cuchillo.

Feria de Ing. Maschwitz

En el año 2001 en la feria de Ing. Maschwitz un señor tomó un cuchillo (sin pedir permiso) se lo puso entre los dientes mordiendo la hoja y luego me dijo: “muy buen cuchillo”, pregunté cómo sabía si era un buen cuchillo a lo que respondió: “lo siento por el frio que me transmite a los dientes, es muy bueno”, así “aprendí” a evaluar la calidad de un cuchillo.

Plaza Alvear Recoleta

Un señor que paseaba por la feria miró y pidió permiso para toma un cuchillo, “si, tómelo” le dije, lo tomó, lo sopesó y me dijo: “¡que buena hoja tiene este cuchillo!” a lo que pregunté como sabía si la hoja era de buena calidad y me dice: “porque es pesado, y si es pesado es porque tiene mucho carbono y el carbono es pesado, por eso veo que es de buena calidad”.

Aprendí otra manera de saber si un cuchillo es de buena calidad o no.